domingo, 22 de junio de 2025

Receta N°2 del Dao de la Cuchara de Madera para el solsticio de invierno.


Infusión premonitoria de Menta con Miel

Para visión clara, apertura del Shen y siembra de intención consciente
Por Hugo Cisternas

Especial para el solsticio de invierno.

Pero útil también en cumpleaños, comienzos de ciclo, fines de etapa, noches de luna nueva… o incluso en una noche cualquiera sin más pretensión que disfrutar de una rica infusión.

Ingredientes (para 1 persona sintiente)

Menta o Kolew (poleo) fresca (Mentha piperita, spicata o pulegium, da igual): 7 o 9 hojas

Refresca, regula el Qi del Hígado, libera tensión emocional, despierta la mente. En términos clásicos, moviliza lo que está estancado… como ciertos pensamientos repetitivos que te acompañan todo el día. Según la ciencia, protege el hígado y mejora marcadores de estrés oxidativo.

Nota: evitar consumos excesivos de menta porque, como dice el refrán, la cantidad hace al veneno, y la menta contiene hepatotóxicos, osea, cuidado con mujeres embarazadas, pacientes con deficiencia de Yin o debilidad hepática crónica.

El número impar 7 o 9 es Yang: ideal para equilibrar el Yin nocturno sin necesidad de fuegos artificiales.

Miel pura (de ulmo o quillay si hay suerte, si no, la que tengas): 1 cucharadita

Endulza y tonifica el Pulmón y fortalece el Qi del centro. Suaviza el juicio y la lengua. Calma la garganta, y también para no atragantarse con lo que uno calla. En la tradición mapuche la miel es símbolo de protección, prosperidad y vínculo comunitario,
La miel es usada para armonizar las fórmulas medicinales en la farmacología china.

Agua mineral sin gas: 250 ml más o menos

Elemento Yin por excelencia: sostiene, fluye, y porta intención. Conecta con el Riñón y la esencia (Jing). También hidrata, lo cual no es menor.

Utensilios:
- Taza o cuenco ritual (o tu taza favorita y que te inspire).

- Tetera tradicional (si es posible, evita hervidores eléctricos), el fuego es Yang Qi; la electricidad no tiene capítulo en el Su Wen, pero en fin, igual calienta el agua.

- Cuchara de madera (opcional: porcelana bien, evita el plástico, acero 18/10 pasa la prueba).

- Tela blanca de gasa o pañuelo para cubrir (no obligatorio, pero ayuda a crear clima y evita bichos curiosos).

Preparación paso a paso:
1. El Momento

Entre las 20:00 y 22:00 (hora oficial chilena en invierno) = 21:00–23:00 solar, que corresponde al San Jiao según el reloj de los órganos, y al trigrama Qián 乾 (el Cielo) según el Líng Guǐ Bā Fǎ.

El San Jiao, distribuidor del Yuan Qi, conectador de los Tres Reinos reflejados en el cuerpo: cielo, tierra y ser humano… o cabeza, panza y lo que no se nombra en Facebook para que no nos censuren.

Esta hora abre una puerta energética hacia lo sutil, ideal para sembrar intención consciente (意 Yì) y dejar que el Shen flote un rato por el universo sin necesidad de ayuda psicodélica.

Baja las luces.
Respira.
Siente tu cuerpo. Orbita micro cósmica, abre el du mai.
No invoques nada. Solo quédate presente para la preparación de esta infusión.

2. Infusión
Coloca las hojas de menta en la taza.

Calienta el agua en tetera, con tapa abierta. Cuando veas burbujas pequeñas (80–85°C), detente. No dejes que hierva ni el agua ni tu paciencia.

Vierte el agua lentamente, en espiral desde el centro. Conecta tu intuición.

Cubre la taza con el paño y deja reposar entre 5 y 7 minutos, tiempo suficiente para meditar o simplemente mirar una sombra sugerente o el giro de las hojas en la taza (claro que para eso el paño debe ser de una gasa transparente).

3. Intención consciente (意 Yì)
Mientras la menta baila en silencio:

Visualiza lo que deseas sembrar. Si tienes una intención clara, susúrrala.

“Visualizo con claridad el camino que me llama. Mis deseos se hacen visión clara de futuro.”

Y si no tienes idea de qué quieres (cosa que también es válida), di algo como:

“Lo que no deseo también me enseña y prepara mi futuro”

Opcional: escribe tu intención en un papel y déjalo bajo la taza.
Si se moja, no pasa nada: es una forma de empapar de intenciones tu futuro.

4. Endulzado final
Descubre la infusión.
Agrega la miel con tu cuchara de madera.

Revuelve con delicadeza. Nada de batidos salvajes.
Piensa en Bond… James Bond: revuelto, no agitado.

Agradece. A las abejas. A las plantas. Al agua. A tu cuerpo.

Y aunque suene cursi: a ti, estás aquí después de todo.

Consumo de tu infusión:

Tómala en tres sorbos lentos:

Primer sorbo → para el pasado que sueltas. “Con este sorbo, suelto el lastre y me libero de mis cadenas.”

Segundo sorbo → para el presente que abrazas “Con este sorbo, vivo mi presente en plenitud.”

Tercer sorbo → para el futuro que intuyes y siembras “Con este sorbo, siembro mi futuro.”

Permanece en silencio unos minutos.

No lo llenes con afirmaciones pseudo psicológicas, no hagas decretos que no funcionan, no llenes la experiencia con frases huecas, mucho mejor es el vacío creador de tu silencio.

Solo respira y escucha.

Epílogo del Dao de la Cuchara de Madera:

Esta no es una receta mágica.
Tampoco es iniciática.
No convierte a nadie en chamán ni gurú.

Pero...
si te conecta contigo,
si pone un poco de orden en tu noche,
si convierte el agua con menta en un instante significativo…
entonces ya cumplió su propósito.

Porque, al final, la verdadera medicina a veces es solo:

una infusión, una intención, y el valor de quedarse en silencio.

Porque la verdadera magia eres tú

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